La creatina es quizás el más estudiado y verificado de todos los suplementos dietéticos, ganándose su apodo de "abuelo de los suplementos". A través de una serie de pasos enzimáticos y celulares, la creatina se metaboliza primero en un compuesto conocido como fosfocreatina y, finalmente, en un compuesto conocido como ATP (trifosfato de adenosina), la llamada "moneda energética" del cuerpo humano. Como suplemento dietético, el uso de creatina durante largos períodos de tiempo se ha relacionado con una amplia gama de beneficios fisiológicos, que incluyen: voluminización celular, mayor suministro de nutrientes de plasma (sangre) a la célula, un aumento en la masa total del músculo esquelético y la síntesis de proteínas, disminución de la fatiga muscular y mayor resistencia.
